Gracias Mónica por invitarme, y gracias por no dejarme decir que No. Al igual que tus entrevistados no me dejaste mucho espacio de negociación… tienes esa característica de provocar el Sí, -será de familia también- y bueno hacer mancuerna hoy con Martín y hablar de Rotos para Descosidos, no me lo podía perder. Así que muchas gracias.
Y así, el libro estaba en mi buró, esperándome, listo, paciente, presente. Me veía entrar y salir, competía con tres más (de autores con apellidos rimbombantes) y con los académicos de mis clases y con las tareas y las actividades, y el trabajo y los niños y mi Biblia, y el sueño y el cansancio de un día largo.
Pero me estaba esperando. Yo soy una convencida de que el Tiempo es Exacto. Y cada cosa y situación y personaje llega cuando estamos listos.
…cuando tomé Rotos, porque la verdad así lo rebauticé después de leerlo y hacerlo mío: ROTOS! Así estamos, en alguna momento de nuestra vida y lo reflejas de una manera muy puntual.
No lo hice de manera tradicional de izquierda a derecha, sino que lo abrí azarosamente y me eche una historia y luego otra y me moví al principio y después me tomé un respiro y digerirlo.
Quería ver cómo había culminado el proyecto: Cuando Mónica me lo platicó, le dije ¡qué divertido! y qué reto lograrlo!!!
Pero el resultado Moni, yo no sé si viste venir el resultado. Parecería una lectura divertida y elocuente y por lo tanto, fácil. No, no es fácil.
¡qué proyecto tan divertido, que resultado tan fuerte!
Mónica, rotos para descosidos no es un libro no sólo elocuente, es un libro valiente, se necesitan agallas para escribir al desnudo, reflejar a nuestra sociedad tal y como es, en su núcleo, en la pareja, dicho por sus mismos personajes. Lo que piensan, lo que sienten, lo que hacen –es obvio que se necesitaban los seudónimos- Pero no sólo se necesita valor para eso, sino para NO JUZGAR, que es de lo más valioso en tu escritura. Escuchas, plasmas y una y otra vez: dices de una u otra manera “cada quien” , si a él o ella le funciona, cada cabeza es un mundo…
Y entonces saben qué, que un libro sin moralismos, ni aleccionamientos, nos lleva necesariamente a una sutil y personalísima reflexión. Rotos para descosidos es un espejo de cuerpo entero. Y como todo espejo, hay ángulos que nos son incómodos o que necesitamos distancia y aire, para aguantarlo y digerirlo.
Tiene tanta honestidad, que no deja recoveco en su lectura a la deshonestidad, y más aún en la privacidad del espacio que hay entre las páginas y tu.
No hay juicio, así que l mirada hacia uno mismo es más libre. Al no ser moralista, ni señalador, así es empático con la naturaleza humana y sus maneras de sobrevivir. Y en este caso en particular formas para sobrevivir dentro de la pareja.
Y la verdad, gracias por la esperanza, porque en la misma manera, con la misma distancia y objetividad nos da la posibilidad de éxito. Nos platicas, de sus voces, los que sí creen, cómo le han hecho y qué sigue.
Así que Rotos es duro, pero no devastador.
Y tiene sentido del humor que lo hace también muy ágil.
No voy a decir, la tradicional frase de “Es una lectura Obligada”, porque tú, Moni, no eres tradicional. Y porque saben, Rotos para Descosidos, como la victoria dentro del matrimonio, de la pareja…Rotos para Descosidos debe de ser una lectura por elección.
Por que eso si les digo, no se van después del libro como llegaron.
Gracias Moni, felicidades!!! Por la idea, por la perseverancia o necedad hasta verlo hecho realidad. Porque a través de este libro, sabes, que te estás dando la oportunidad de trascender el dolor, la pérdida, todo lo que conlleva un divorcio y no hacerlo egoístamente, sino con generosidad nos das esa misma oportunidad a quienes decidimos sí leerlo.
Buenas noches
Elisa Queijeiro